Tras unas semanas algo duras, más que por el hecho de tener que hacer este trabajo por la dificultad que encontramos para reunirnos, pues incluso tuvimos algunos pequeños enfrentamientos. Finalmente todo esfuerzo tiene su fruto, y llegó el día de la presentación, que a mi juicio salió bastante bien, aunque creo que podría haber sido mejor.
Elegimos este tema, porque es un tema que del que al menos yo no conocía mucho y que en otras asignaturas no lo hemos podido tratar.
Una vez que buscamos información y nos documentamos, comenzamos a pensar en la dimensión práctica, algo sabíamos que iba a ser difícil, pues difícilmente algún centro iba a reconocer algún caso de bullying. Por ello decidimos acudir a tres centros distintos: uno público, uno privado y uno concertado; en los que algunas de mis compañeras habían realizado la primaria y la secundaria. La información que nos proporcionaron fue:
En el centro público nos dijeron que en general había un buen ambiente en las aulas y buena relación entre los compañeros, menos algún caso en concreto. En uno de los casos, en el cual nos cuenta, la situación era preocupante actuaron de mano de la institución: el orientador, la víctima, el agresor, familia de la agredida y del agresor.
Nos comentaron además que aunque no existía la figura del educador dentro de esta institución, creen que es bastante necesaria.
Finalmente nos habló sobre algunas actividades que se llevan a cabo en el centro, con el fin de que los alumnos inmigrantes se integren adecuadamente y evitar futuros problemas.
· En el centro concertado nos comentaron que era muy difícil detectar un caso de acoso escolar pues las víctimas no suelen denunciarlo puesto que están sometidos a presiones y amenazas. Por ello las escasas denuncias que habían hecho se hicieron
a través de las familias de las víctimas. En estos casos nos dijeron que seguían el protocolo de actuación que aparece en el BOJA nº 224.
Nos dijeron además que para intentar evitar casos de acoso se ponían en ciertos cursos alumnos-ayuda, se hacían cursos de mediación y tutorías sobre la convivencia en el aula.
Por último preguntamos qué medidas se tomaban contra el agresor y nos contestaron que generalmente, en las agresiones no demasiado graves: la expulsión, castigos “en beneficio de la comunidad”, etc.
· En el centro privado nos comunicaron que nunca había habido un caso de acoso, que el ambiente en las aulas se vigila constantemente mediante tutorías, y que en cuanto se detectara cualquier pequeño conflicto, a éste se la daba una respuesta rápida.
Además nos dijeron que se fomenta el buen trato entre las alumnas mediante planes de formación específicos. (En primaria, por ejemplo se realiza el llamado “nacho y marta”, fichas que se realizan una por semana con un objetivo a cumplir.)
A los padres se les hacen tutorías grupales, tutorías individuales y formación (convivencias, cursos de orientación familiar, colegios para padres…etc.).
Una vez realizado el trabajo, algunas de las conclusiones que sacamos fueron:
Los centros escolares tienden a esconder o suavizar el número de casos de bullying que tienen lugar en ellos.
La sociedad tiende a desarrollar una ceguera ante estas prácticas aunque suelen alarmarse cuando lo ven en televisión.
Es un colectivo vulnerable a la exclusión y desadaptación.
Actualmente es un fenómeno que está en crecimiento.
Las nuevas tecnologías juegan un papel. Importante en la difusión de casos de acoso (ciberbullying)
Al final de la exposición pusimos a nuestros compañeros un video en el que se muestran una serie de estereotipos acerca de los agresores y agredidos.
En definitiva, un trabajo muy enriquecedor pues como dije anteriormente creo que es un tema que no vamos a tener la oportunidad de tratar y con el he podido conocer muchas cosas nuevas, como las teorías explicativas sobre este fenómeno, lo poco que hay disponible de su historia y por supuesto las experiencias de algunos centros.
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